EL DESAFÍO DE PERMANECER
Vivimos en un contexto donde las redes sociales han facilitado la democratización de la palabra. Las nuevas tecnologías han posibilitado el desarrollo y la difusión de nuevas profesiones. Los jóvenes se sienten empoderados de su futuro por lo tanto también de su talento, como consecuencia ya no se sienten atraídos por las grandes empresas. Son más autónomos y se interesan por oportunidades retadoras y las Start-ups.
Esto genera dos desafíos para las grandes compañías, por un lado atraer al talento y, por el otro lado, conseguir retenerlo dentro de la organización.
Ante este panorama, surge una nueva tendencia en el mundo laboral, que es el resultado de de la influencia de las estrategias de marketing en la gestión del talento. Se trata de la Vivencia Laboral, algo totalmente vinculado al universo de las emociones, que toma como disparador ¿Cómo se siente el trabajador dentro de la organización? Este es un factor determinante a la hora de retener el talento.
Para aplicar este concepto a un grupo de trabajo es muy importante tener en cuenta estos puntos:
Crear un buen clima de trabajo: esto está ligado no solo a las relaciones que se establecen dentro de la organización, sino también al lugar físico.
Humanizar la experiencia laboral: considerar a cada empleado como una persona y no clasificarlos en grupos. Esto llevará a un proceso de personalización de los programas.
Hacer palpable en la vivencia de cada trabajador la visión, misión y valores de la empresa.
Generar una propuesta de valor para los empleados.
Considerar a los trabajadores como embajadores de la marca.
En conclusión, una rica vivencia laboral se traducirá en el deseo del talento en permanecer en la empresa y dar lo mejor de sí para lograr los objetivos que garantizarán un mejor desarrollo de tu idea.