CRUZAR LA LÍNEA
El creciente auge de las marcas con causa, un fenómeno que mezcla el universo del consumo y el compromiso social. “Lo que llaman amor fue inventado por tipos como yo para vender medias” nos dice Don Draper, el personaje de Mad Men en el primer capítulo de la aclamada serie que narra los inicios de las agencias de publicidad en EEUU.
Pero hoy, décadas después de los acontecimientos narrados en la serie, ¿serán iguales los paradigmas que impulsan el mundo de la publicidad?
Desde hace ya algunos años, acompañando el boom de las redes sociales y la democratización de la palabra, las marcas se han enfocado en crear perfiles más humanos, generando de esta manera vínculos más profundos con sus consumidores. De esta manera, la comunicación fue tendiendo a dar protagonismo a las personas, buscando generar empatía emocional con su público objetivo. En esta misión de humanizarse, las empresas han ido transformando su voz, agregando una propuesta de valor y sobretodo cambios en la dimensión emocional, proporcionando así experiencias de marcas únicas y personales.
No obstante, y siguiendo esta línea de pensamiento, hoy muchas marcas redoblan la apuesta, y no se quedan solo en el rotulo de ser marcas más humanas sino que intentan agregar propósito a su empresa. ¿Cómo? Apadrinando una causa social. Esto es , en parte, lo que se conoce como Marketing Social o Marketing con Causa.
Estos son algunos de los beneficios de cruzar la línea e impulsar marcas con causa:
Transmitir valores e ideas de la empresa a través de la identificación con una causa social
Generar empatía a través de la sensibilización de una problemática concreta
Situar a la marca como parte de una solución
Proyectar transparencia y confiabilidad
En definitiva, el marketing social contribuye a que desarrolles tu idea impregnándola de personalidad, es la herramienta para construir una marca con identidad, que no solo esta asociada a un producto sino también que inspira por su discurso y que conquista por sus acciones.