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TRABAJAR EN EQUIPO SIN MORIR EN EL INTENTO

Encontrar soluciones creativas siempre es un reto, mucho más cuando la problemática se aborda en equipo. Múltiples miradas facilitan la concepción de nuevas ideas pero muchas veces pueden representar un sinfín de desencuentros. ¿Cómo, entonces, podemos trabajar en equipo sin perder el enfoque y sin morir en el intento?

El famoso basquetbolista Michael Jordán solía decir que el talento gana partidos pero la inteligencia en el trabajo en equipo gana campeonatos. En el ámbito de la publicidad se suele decir que dos cabezas piensan mejor que una. Y así es, el trabajo corporativo reportará mejores resultados que los esfuerzos aislados.


Pero para que tu idea se desarrolle de la mejor manera, es muy importante no perder el enfoque en el proceso creativo. Para esto te presentamos una técnica que se utiliza tanto en el ámbito empresarial como estudiantil:


Seis Sombreros para pensar

El objetivo de este método de trabajo en equipo es aprender abordar un tema desde todos los puntos de vista, y pensar juntos de manera enfocada, es decir sin dejar de orientar los esfuerzos en los elementos más importantes de la materia a tratar.


¿Cómo se juega?

Como lo dice su nombre, cada participante asume tener uno de los seis sombreros de colores diferentes, cada uno sugiere una manera distinta de percibir o pensar la idea. Por ejemplo, el blanco significa neutralidad, lo concreto, los hechos, los datos precisos. El rojo está asociado a las emociones, las ideas, lo intangible. El sombrero negro es el juicio negativo y refiere a cuestionar desde la razón todos los planteamientos realizados, buscando sus debilidades y fallas. En oposición a este, el sombrero amarillo simboliza el juicio positivo, hallar en la propuesta todas las cualidades y funcionalidades, es decir las fortalezas. Por otro lado, tenemos el sombrero verde que es el rol que abre las posibilidades creativas y está íntimamente relacionado con su idea de pensamiento lateral o divergente.


Y por último y no menos importante, el color azul, que connota el proceso de control. Este sombrero se utiliza al principio y al final de cada sesión de pensamiento, sitúa objetivos, define la ruta para llevarlos a cabo y evalúa lo que se tiene y hacia dónde se dirige. Tener un moderador manteniendo este rol durante el proceso ayuda a asegurar que el grupo permanezca enfocado en su labor y mejora las oportunidades de alcanzar los objetivos.


Entendámoslo mejor a través de un ejemplo: Una empresa debe tomar la decisión de mudarse a un local más grande o no, entonces la persona a la que se le asigno el rol de sombrero blanco solo expondrá datos concretos como los costos, medidas del salón, etc. El que tiene el sombrero negro solo buscará pensar lo negativo y los posibles problemas que podría acarrear para el negocio trasladarse de lugar. Y así cada persona analizará la situación adecuándose al rol asignado.


El método de los seis sombreros puede ser usado en secuencia, en primer lugar para intercambiar diferentes puntos de vista a la hora de explorar un problema, después desarrollar posibles soluciones y finalmente seleccionar una a través del análisis crítico.


En definitiva, Seis sombreros para pensar, representa la metodología al servicio de la creatividad, la suma de las individualidades para llegar a un gran resultado. Después de todo, detrás de una gran idea siempre hay un equipo de personas.

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